pintura de iconos

Lavatorio de los pies

En la tradición de las Iglesias orientales ortodoxas, el icono forma parte del culto, que no puede celebrarse sin él. Además, como la lengua y la pertenencia confesional, es un modo de identificación nacional: hablamos de iconos griegos, de cretenses, búlgaros, rusos, a parte de las distintas escuelas de cada país y época; a todos ellos los englobamos en lo que conocemos como la tradición Bizantino-Rusa.

El icono es más que un objeto de arte, es única y exclusivamente para el culto, se ora ante ellos y se les pide ayuda y protección. Además de en las iglesias, en las que ocupan un lugar privilegiado en el iconostasio, en cada hogar ortodoxo hay un lugar reservado especialmente para los iconos ante los que arde constantemente una lamparilla.

A diferencia del arte religioso occidental, para el creyente ortodoxo el icono tiene una dimensión mucho más espiritual y mística porque garantiza el paso de lo visible a lo invisible, asumiendo en consecuencia una función mediadora entre la forma concreta inmediatamente perfectible y el  mundo celeste que escapa a nuestros sentidos. En las Iglesias Ortodoxas para que el icono sea objeto de culto comunitario y privado tiene que ser bendecido en una celebración litúrgica especial.

El icono es una imagen pintada a témpera, con pigmentos de colores naturales y mezclados con yema de huevo, sobre una superficie de madera, recubierta de un fondo de yeso diluido en cola. El trabajo de preparación y ejecución es lento y requiere de paciencia. El  momento creativo es especialmente vivencial porque se establece un diálogo entre lo que se representa y el pintor. Se le habla, se llora, se ríe, se canta, se le cuentan las   alegrías y las penas, normalmente todo esto sucede en silencio, pero a veces la voz se eleva. Al final, cuando el icono muestra su belleza, se le da gracias.

En resumen: pintar un icono es acto orante, y lo mismo que en la oración todo nuestro ser está en la presencia del Dios que nos ama, el iconógrafo está con todo su ser delante de la imagen que está creando, pero que al mismo tiempo trasciende lo que se está representando.

XAIME LAMAS