Perdonar al estilo de Dios

El hijo pródigo | Arcabas

PERDONAR
¨DIVINAMENTE¨

AL ESTILO DE DIOS
Mt 18, 21-35

1
El presente relato evangélico habló, poco antes, de la corrección fraterna: nos hallábamos hipotéticamente ante alguien, un ¨hermano¨ que tenía algo pendiente con nosotros. Nos había ofendido. Su deuda no era de tipo pecuniario, ciertamente, pero sí de relación, que había que ajustar por pasos en la Comunidad.
¨Deudas¨ y ¨ofensas¨ se han convertido así en sinónimos sin matiz monetario alguno. Y en este sentido las introduce Jesús en la segunda parte del padrenuestro como símbolos negativos de una relación con Dios, que se desea en paz, gracias al perdón que se solicita.
Dicha solicitud de perdón va precedida inteligentemente de nuestro perdón, dado ya al prójimo deudor.

2
A NADIE DEBÁIS NADA SINO AMOR (Rom 13,8)
Este aviso de la Carta a los Romanos:
– Nos pone en guardia: ¡Que el dinero no enrede nuestras buenas relaciones!
Si prestas dinero a un amigo y no te lo puede devolver, ¨habrás perdido el dinero y el amigo¨, nos viene a recordar el refrán.
Por eso, las cuentas claras, sobre todo, entre amistades y familiares.
– Nos desea encarecidamente: ¡Que nuestro amor sea deudor de todos!
Amor concreto y operante que a nadie daña y a todos beneficia.
Dios nos ha hecho hermanos, por ser hijos suyos.
Deuda eterna, pues, de gratitud por su gran Bondad, por sus beneficios y bondades, y por las bondades de todos nuestros hermanos.

3
LA PARÁBOLA DEL PERDÓN DADO A NUESTROS DEUDORES
Pedro se adelantó para preguntar:
Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano cuando me ofenda?
¿Hasta siete veces? Medida generosa, el Talmud decía: Hasta tres. Mucho más.
¡Hasta setenta veces siete! Medida indefinida, incontable, ¡siempre!
El relato nos viene a decir que si bien es cierto que podemos tener deudores,
también es cierto que lo somos de Dios mucho más que ellos de nosotros.
La consecuencia cae de maduro, que actuemos con ellos ¨divinamente¨:
como Dios actúa con nosotros.

4
La deuda en ¨denarios¨ era, ciertamente, mucho más pequeña, por grande que pudiera resultar para el deudor.
Cien denarios eran cien días de jornal, realmente gravosos para el que carecía de ellos: tenía que trabajar cien días para lograrlos y poder así saldar la deuda.
La deuda en ¨talentos¨ ya se trata de millones: diez mil vienen a ser más de cincuenta y cinco millones de denarios. Hace pensar en la que podría darse, tal vez, entre un gobernador de provincias estafador y un emperador.

5
Es la misma persona:
– la que no perdona una deuda que se le tiene en denarios
– y a la que se le ha perdonado una deuda en talentos.

De ahí, la indignación de sus compañeros al enterarse del hecho y
la del amo que se agrega a la de los compañeros y toma medidas.

6
Las medidas del amo en la parábola son las que solían tomarse en tiempos de Jesús para urgir a pagar las deudas: Venta de bienes y de personas del deudor, incluso el meterlo en la cárcel hasta que saldara la deuda.

DIOS ¿HARÁ LO MISMO?
Nos recuerda lo que Él nos hizo
Nos pide que hagamos como Él

***
PERDONAR
¨¡DIVINAMENTE!¨

4 comentarios en “Perdonar al estilo de Dios

  1. Beatriz dijo:

    Perdonar “ divinamente “ : se trata , por tanto, de una elección radical , al estilo de Jesús, sin mediocridad.
    Muchas gracias y feliz domingo!!!!!

  2. Luis Martinez Sanchez dijo:

    “” Misericordia, Dios mío, por tu Bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa… “”… Cierto es que Dios es grande…que no deja resquicio ni espacio para no perdonar… Él es infinítamente benévolo con cada persona. Olvida fácilmente las afrentas, “ no lleva cuentas de nuestros delitos “…. Y, sin embargo, poco pide a cambio: “ que seamos misericordiosos como Él mismo lo es “. De nada sirve pedir el perdón a Dios por nuestras faltas si antes, durante y después de todo, no somos capaces de perdonar a los que nos ofenden. Dios Es… y lo Es en toda circunstancia. No podemos jugar con Él con engaños… con guiños hipócritas que por un lado nos hacen solicitar beneficios propios y por el otro lado escatimamos los beneficios a nuestros prójimos. La Vida Real, Divinidad inclusive, no nos deja más que un Camino… y ese es la de La Coherencia de Jesús… La Vida es donación del Espíritu que ese sí que no se anda con contemplaciones y nos hace hablar y actuar con la Certeza de la Verdad. Busquemos el Rostro del Señor a través de nuestras acciones….en cercanía a la compasión por los demás. Qué nada nos aleje del “ Proyecto Humanizador De Dios “… de conseguir establecer el Reino de los Cielos aquí, en el momento presente… Buscar lo divino en lo humano. Buscar el sentido de la existencia de las personas a través de experimentar la Presencia de Nuestro Creador.

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