La verdad es una tierra sin caminos (Krishnamurti) Un mapa, más o menos acertado, nunca es el territorio. Y nadie puede conocer el territorio sin adentrarse en él, por muy claros que le parezcan los mapas que posee. La idea de la verdad, nunca es la verdad misma. La verdad transcurre por la vida, no absolutiza ninguna idea determinada. Frente al fanatismo, que denota encierro y estrechez, la verdad reclama apertura humilde, cuestionamiento y flexibilidad.
La verdad no puede ser pensada. Quien piensa la verdad, corre el riesgo de volverse fanático. La verdad nunca puede ser poseída, no solo no se deja atrapar, sino que nos desnuda de todas nuestras pretensiones. Sólo puede ser vivida. Quien la vive, es humilde. Humildad es caminar en verdad (Teresa de Ávila)
Jesús, testigo de la verdad, manso y humilde de corazón, despojado de todo atributo divino como un hombre cualquiera, haciendo el bien y curando a los poseídos por el mal, se adentró en el territorio de su verdadera identidad. Jesús, es el rostro humano del Padre, el hermano universal que se compadece de la debilidad humana y devuelve la dignidad a los más despreciables. Su voluntad es la voluntad del Padre y así vive en la verdad de lo que es. Al desfigurado, que no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, le contemplamos presente en la ignominiosa historia de nuestra humanidad sufriente, como el más bello de los hombres. En el trono de la Cruz, le adoramos como nuestro Rey y Señor.
La belleza es la brillante evidencia de la verdad (Santo Tomás de Aquino) Ser rey es ser testigo de la verdad. Nos hacemos conscientes de nuestra realeza cuando comprendemos nuestra verdad más profunda. Hasta que eso no ocurre, vivimos como mendigos, tratando de apropiarnos de todo aquello que pueda otorgarnos una cierta sensación de identidad. Cuando comprendemos lo que somos, todo se ilumina: el presunto mendigo se descubre rey.
No aceptes como verdad nada que carezca de amor. Y no aceptes como amor nada que carezca de verdad (Edith Stein) El humilde se sabe igual que los otros, partícipe de una miseria generalizada. Este conocimiento es el fundamento, la raíz, el inicio de toda bondad. En cambio, el que se cree virtuoso, se engaña y por eso se llena de altivez y orgullo, juzgando al otro con dureza, en vez de con dulzura.
En la humildad está la mayor libertad. Mientras tengas que defender el yo imaginario que crees que es tan importante, perderás la paz del corazón. Tan pronto como compares esa sombra con las sombras de otras personas, perderás toda alegría, porque has comenzado a comerciar irrealidades, y no hay alegría en las cosas que no existen (Thomas Merton) El humilde, aquel que conoce al hombre porque se conoce a sí mismo, juzga a su hermano con mansedumbre, porque su propia verdad le ha hecho manso y le ha quitado todo complejo de superioridad, le ha bajado del cielo y le ha puesto en su sitio, que es la tierra.
Nadie puede llegar a odiar verdaderamente al que es humilde, ni herirlo con sus palabras, ni despreciarlo. Porque su Maestro le ama, y es amado por todos. El humilde ama a todos los seres, y todos los seres le aman a él. Todos le desean. Por donde quiera que pase, todos le miran como a un ángel de luz y le honran. Si habla, el sabio y el doctor se callan, porque también ellos quieren oír hablar al humilde. Todos están atentos a las palabras que salen de su boca. Todos los ojos están vueltos hacia él, y cada uno espera sus palabras como palabras venidas de Dios. Su concisión vale más que todas las palabras rebuscadas de los sofistas. Sus palabras son, para el oído de los sabios, más dulces que la cera y la miel en la boca. Todos le consideran como si fuera Dios, aunque sus palabras sean las de un hombre simple e ignorante y aunque tenga un aspecto ordinario y despreciable (Isaac el Sirio)
Jesús, testigo de la verdad, manso y humilde de corazón, rey del universo, ten piedad de nosotros.
Gracias
El REINO de DIOS:
Bienaventurados
…. los que padecen PERSECUCIÓN,
por causa de la JUSTICIA,
….. porque de ellos es,
el REINO
de los CIELOS.
Asturias,
24 noviembre 2024